miércoles, 31 de mayo de 2017

Doctor Who: The Pyramid at the End of the World


El impresionante final de episodio de la semana pasada, con simulación por parte de los inquietantes Monjes incluida, nos ha dejado un episodio aún más sorprendente si cabe. El Doctor sigue ciego, y la amenaza de los Monjes ahora es real, una amenaza silenciosa y extraña, ellos mismos advierten que no habrá ataque, que seremos nosotros mismos los que acabemos con el mundo y que les pediremos ayuda, lógicamente el Doctor sabe que las consecuencias serán terribles.

Me ha encantado este segundo episodio del arco de los Monjes, menos misterioso que el anterior pero igual de trepidante, con ese montaje entre la trama del Doctor como (de nuevo) Presidente de la Tierra, lidiando con los ejércitos y sus decisiones sobre pedir ayuda a los monjes, y esa trama paralela en el laboratorio, una historia que al principio no entendemos qué trata de contarnos, casi como sin nada que ver con el episodio, pero que al final cobra la importancia que merece y se cruza con el Doctor y nos deja un final de infarto y lleno de preguntas.

Los Monjes son el acierto del arco, una villanos con aspecto terrorífico, poderes de manipulación y oscuras intenciones, en parte me parecen un giro interesante del Silencio, ya no solo por las similitudes, si no por la manera de manejar su trama y trasfondo.


Los misterios sobre la Pirámide y los Monjes se ven beneficiados de una perfecta ambientación y los momentos finales, con las muertes de los miembros de los ejércitos, un giro que nos deja claro que sus intenciones que en teoría son buenas, realmente no lo son. Punto extra para el trabajo de maquillaje y sonido, con esas voces de ultratumba que no salen de boca alguna.

El papel del Doctor, como Presidente de la Tierra es la enésima muestra del enorme talento de Capaldi y lo profundo de su Doctor, lleno de miedos, dudas y aristas. Reflejadas en su impotencia por su ceguera y su afán de no mostrar debilidades y no rendirse pese a su limitación, una forma de ser que desemboca en el giro final, un giro que tendrá consecuencias que no esperamos (se está rumoreando mucho sobre ese amago de regeneración que se ve en el adelanto del próximo episodio) y que aparte marca una importante inflexión en Bill.


He de añadir que, sinceramente me cuesta imaginar a pasadas encarnaciones en situaciones como las de este episodio.

El dúo Nardole/Bill también esta siendo interesante, la semana pasada se les vio juntos en acción y funcionan mejor de lo que uno podía esperar, y aunque en este episodio se les ve poco juntos, espero que tengan en el futuro más tramas juntos.


La decisión de que esta temporada no esté centrada en un solo companion no solo es una novedad que se agradece sin más, si no que ayuda a que cada companion tenga su parcela propia con el Doctor y evitemos que todo el peso de la relación con el Doctor sea para un solo personaje, algo que Clara sufrió demasiado, sobre todo en su tramo final.

Volviendo al episodio, bravo por el mensaje sobre los ejércitos, el dialogo entre semejantes y como a veces somos nuestro peor enemigo, todas las escenas entre los lideres militares son muy interesantes y me agrada verlas en una serie supuestamente infantil como “Doctor Who”.


Musicalmente me ha llamado la atención la re-utilización de temas del Undécimo Doctor, quizás como guiño a la similitud Silencio/Monjes, o quién sabe, una pista musical a lo que nos depara el resto de arco, o temporada. Por lo demás como siempre una partitura perfecta y que enfatiza cada momento magistralmente.

Destaco también el trabajo del reparto del episodio, todos sublimes en sus papeles, aunque me quedo con el dúo de científicos que debido a las casualidades inician el (casi) fatal desenlace.


En definitiva, The Pyramid at the End of the World deja en lo mas alto este arco de los Monjes, tras su antecesor y su juego de mundos paralelos, y nos ofrece una aventura vista desde diferentes prismas donde hasta el más pequeño detalle es importante, donde algunos secretos son revelados y donde cada decisión marca la diferencia.

Review de Iván D.


Banda sonora de Murray Gold
Interpretada por The BBC National Orchestra Of Wales
17 temas, 38 minutos

Incluye 4 portadas alternativas


Enlace de descarga


No hay comentarios:

Publicar un comentario